Bolivia en su Bicentenario, conmemora el vigésimo cuarto aniversario de la proclamación del Carnaval de Oruro como "Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad" por la UNESCO. Este reconocimiento, otorgado el 18 de mayo de 2001, resalta la riqueza cultural y espiritual de una festividad que ha trascendido generaciones, consolidándose como símbolo de la identidad boliviana. Este año, la entrada principal se realizará el 1 de marzo, es denominada Sábado de Peregrinación.
En un acto realizado en el Salón del Ministerio de Relaciones Exteriores , autoridades del Gobierno Nacional y representantes de la Asociación de Conjuntos del Folklore de Oruro (ACFO) se reunieron para rendir homenaje a esta manifestación cultural. La ministra de Culturas, Descolonización y Despatriarcalización, Esperanza Guevara, destacó: "El Carnaval de Oruro es un verdadero testimonio vivo de nuestra herencia cultural, de las luchas y las alegrías de nuestros antepasados y nuestras historias".
Cada año, el Carnaval de Oruro transforma la ciudad en un escenario de devoción, color y música, donde más de 28.000 bailarines y 10.000 músicos, organizados en cerca de 50 conjuntos folklóricos, recorren aproximadamente cuatro kilómetros en una peregrinación ininterrumpida de veinte horas en honor a la Virgen del Socavón .
La festividad tiene sus raíces en las antiguas ceremonias andinas y fue adaptada a la liturgia cristiana durante la colonia, es conocida por su impresionante variedad de danzas, entre ellas destacan la diablada, incas, morenada, negritos, caporales, llamerada, tobas, tinkus, suri, ahuatiris, wititi, cullaguada, zampoñeros, khantus, tarqueada, pujllay, potolos, kallawayas, doctorcitos y waka waka.
La Diablada es el baile más emblemático, que representa la lucha entre el bien y el mal.
La Morenada, una danza de movimientos pausados, simboliza el sufrimiento de los esclavos africanos en la época colonial.
Los Caporales, inspirados en los capataces de haciendas, danzan con movimientos vigorosos y saltos.
Los Tinkus es una representación de los combates rituales de los pueblos del norte de Potosí.
Los Tobas muestra un baile de origen amazónico con coreografías ágiles y vistosas.
El Carnaval de Oruro no solo es un despliegue artístico, sino también una expresión de fe y resistencia cultural.
Este año, el Carnaval de Oruro cobra un significado especial al celebrarse en el marco del Bicentenario de Bolivia. Las festividades incluyen exposiciones culturales, foros académicos y presentaciones artísticas que buscan reafirmar su valor patrimonial y promover su protección frente a amenazas como la explotación comercial incontrolada y la aculturación generada por la urbanización y la migración .
"Es un regocijo para los orureños y orureñas el haber consolidado 24 años de la proclamación del Carnaval de Oruro como Obra Maestra del Patrimonio de la Humanidad. Esta festividad es un legado que debemos proteger para las futuras generaciones", enfatizó el alcalde de Oruro, Ademar Wilcarani.
CRÉDITOS
Redacción. La Paz.
Fotografías: Diablada Ferroviaria.