Los sabores del café son variados y están profundamente influenciados por la memoria sensorial de cada experiencia de sabor a lo largo de la vida. “Obviamente los más valorados son los aromas y sabores a flores, frutos frescos, caramelo, miel y esas notas; cuerpo sedoso o cuerpo mantequilloso, yogur, esas sensaciones son las que más resaltan para que tengamos un café de alta calidad”, destaca Marleny Colque, productora de café y una de las fundadoras de Best of Bolivia.
“El café para mí es un estilo de vida”, expresa la especialista en cafés especiales y orgullosa de ser la tercera generación en su familia dedicada a este cultivo en Caranavi, la Capital Cafetalera de Bolivia.
“Mi abuelo durante la Reforma Agraria consiguió terrenos en Bucaramanga y comenzó a producir maíz. Luego, en 1955, el Gobierno impulsó un proyecto incentivando la producción de café en los Yungas paceños. Coroico ya tenía plantaciones de café en esa época, aunque solo para consumo. Todavía no existían carreteras, así que mi abuelo y unos amigos trajeron plantas de café a Caranavi a pie y en mulas. En los años 60 ya estaban comercializando y exportando café, a través de una asociación de compradores en Caranavi a la que llamaban ‘Queros’, porque ni los productores que venían del altiplano ni los extranjeros compradores podían pronunciar ´quiero´ café”, rememora.
Durante los años 60, el negocio y la exportación continuaron, y se fundó la Asociación Nacional de Productores de Café. “Mi abuelo Carmelo Mamani era socio fundador. Uno de mis tíos heredó las fincas y trabajamos juntos. Me especialicé en áreas como barismo, filtrado, fermentación controlada y actualmente soy jueza en la competencia nacional de baristas en Santa Cruz. Tomé cursos de actualización de protocolos de cata, y ahora estamos lanzando Best of Bolivia, en su tercera versión. Un proyecto de voluntariado que nació antes de la pandemia para posicionar el café boliviano entre los países productores”, precisa Colque.
Best of Bolivia 2024 empezó con la primera etapa, del 10 al 20 de octubre, con la extracción de muestras para verificar su calidad y características bajo el protocolo estandarizado de la Asociación de Cafés Especiales. El pasado 6 de noviembre comenzó el tostado con un especialista brasileño de la Taza de Excelencia, quien se ofreció como voluntario. La culminación fue este sábado 9 de noviembre en Caranavi, para la elección de los mejores cafés especiales y la subasta donde participaron compradores extranjeros y bolivianos. Participaron especialistas de Cuba, Argentina, Chile y Colombia, junto a compradores nacionales de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
Los amantes del café y la comunidad cafetalera tuvieron la cita en el Hotel Jatata, a tres cuadras de la plaza principal de Caranavi. “Queremos realzar a Bolivia como un país productor de café de alta calidad”, subraya Colque.
Históricamente, Bolivia contó con la Taza de Excelencia, auspiciada por USAID, y luego la Taza Presidencial. Sin embargo, con la llegada de la pandemia, todas esas actividades fueron suspendidas, y coincidió con el final del Programa Nacional de Café. “Muchos productores perdieron a sus compradores de siempre en esa época. Por ello, nos sentimos motivadas para buscar nuevos mercados y encontramos grandes oportunidades, ya que compradores comenzaron a contactarnos para preguntar cómo podían conseguir café boliviano”, detalla Mai Suzuki, también fundadora de Best of Bolivia.
Con este proyecto, se avanza en una reactivación para el sector con mirada de mujer, “logramos conectar a pequeños productores directamente con compradores, contando la historia de cada finca y logrando una relación de transparencia con los microlotes. Esto atrajo también el interés de compradores nacionales, facilitando la proximidad de cafeterías y tostadurías a los productores, que de otro modo no tendrían acceso directo a ellos”. Y recibieron el apoyo de Swiss Contact, que promueve el desarrollo económico autosostenible en pequeños mercados.
Best of Bolivia 2024 es una competencia de calidad para productoras de café, con el objetivo de generar un mercado que pueda sostener a toda esta organización. En el primer año participaron 33 productoras; el año pasado, en la segunda versión, hubo cerca de 80 participantes. Este año, convocaron a productoras de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, especializadas en el cultivo del café arábica.
Japón es uno de los grandes compradores del café boliviano, pero además hay un creciente interés en países de Europa, en Estados Unidos, Australia y más recientemente en Chile y Argentina. “Estamos invitando compradores de estos países vecinos, especialmente porque, al no ser productores, existe una proximidad en territorio que facilita el comercio”, precisa Suzuki.
“Bolivia, aunque no tiene una producción tan grande como la de Brasil o Perú, cuenta con la ventaja de una transparencia mucho más accesible hacia el mercado exterior. Cada lote puede fácilmente vincularse a la historia del productor, lo cual es una gran característica de nuestros cultivos. Además, gracias a las características geográficas de las zonas productivas, logramos una calidad superior en comparación a otros granos de países vecinos”, enfatiza.
Clientes y compradores destacan la intensidad de aromas frutales en los cafés bolivianos, algo que normalmente no se percibe en otros países. Cada variedad tiene un perfil aromático y sensorial propio; por ejemplo, los Catuaí amarillos tienen notas de mango, los catoaí son cítricos, los pacamara son cítricos y especiados, y los gueisha son extremadamente florales, frutales, dulces y suaves. Estas características son únicas de Bolivia, y es algo que no se encuentra fácilmente en otros lugares. Incluso los cafés robusta que hemos producido y subastado han sorprendido a expertos con sus notas florales, algo significativo para abrir nuevos mercados.
La competencia contó con jueces internacionales y compradores nacionales, quienes apreciaron los granos de café de distintas regiones, motivando a la zona productiva boliviana a fomentar relaciones comerciales y de amistad entre productores y compradores.
En la competencia de Best of Bolivia fueron 10 las ganadoras con las más altas puntuaciones y ahora forman parte del Top 10 de los mejores cafés, presentados en Caranavi.
Patricia Paye productora de café de la zona Copacabana, obtuvo la puntuiación más alta llegando a 89 con la variedad Geisha.
Para Best of Bolivia, esta tercera versión permite celebrar el esfuerzo de las mujeres cafetaleras por cultivar no solo un producto de excelencia, sino también porque están impulsando el desarrollo sostenible, la innovación y el reconocimiento del café boliviano a nivel mundial.
“Ellas son un reflejo de la riqueza de nuestros suelos, la diversidad de nuestras regiones y el trabajo incansable de las comunidades cafetaleras”, concluyen.
CRÉDITOS
Escrito por: Svetlana Salvatierra, periodista. La Paz.
Fotografías: Ruta 1825.